En este artículo, cubriremos los siguientes apartados:
No tengo tiempo
A mí me parece que esta frase que hemos oído siempre, ha dado un giro de 180º en su significado. Hasta hace pocos años se empleaba utilizando un tono determinado para justificar la falta de interés en algo o en alguien y la falta de tiempo era algo casi banal. Pero ahora, y desde hace ya algún tiempo, no la oigo, la escucho pronunciada como una verdad, suprema, inapelable, e incluso dolorosa. (Y escribo escuchar en negrita para destacarlo. Creo que a todos nos iría mejor si escucháramos más. Oír ya no vale).
Volviendo al tema, trataba de compartir mi visión de que la falta de tiempo es concebida como un problema grave. Entre otras cosas porque la “falta de tiempo” impide (o eso creemos) poder pensar y reflexionar. Y como consecuencia de ello, tomar decisiones. Y esto es muy grave.
Por todo eso, hoy en día me resultan lejanas, incluso “raras” aquellas otras frases, ideas, ¿antiguas?, que nos transmitían una idea positiva del tiempo:
- “El tiempo es oro”
- “Time is Money”
Es evidente que ahora el concepto tiempo tiene una connotación más negativa. Si antes era un tesoro, ahora está asimilado, casi exclusivamente, al coste. Al menos así lo percibo en demasiadas ocasiones en el tensionado mundo empresarial en que me muevo.
Apunto que “Gestión del Tiempo” (así, entre comillas), produce 287.000 resultados en Google, lo que demuestra que este asunto es algo muy estudiado y sobre el que existen verdaderos expertos y profusa literatura.
Objetivamente, la situación económica ha obligado a las empresas, a tomar duras (pero necesarias) medidas de ajuste. (Por cierto, como en todas las crisis, ya que la actual ni es la primera ni será la última). Y es un hecho objetivo que cuando se reducen costes, plantilla, medios… Aparecen indefectiblemente los: “ladrones de tiempo” y sus consecuencias (fatiga, stress, etc.).
Sin embargo, no es menos cierto que la tecnología disponible actualmente debería conceptuarse como un proveedor de tiempo. Los sistemas ERP/BPM/BI nos permiten “hacer más con menos”, incrementar nuestra productividad y generar el tiempo, que sin duda, necesitamos para acometer nuestras dos tareas más importantes: pensar (para poder actuar) y volver a ser felices.
Si, ya sé que no lo tienen, pero… Quizás lo encontrarían si se dieran a sí mismos la oportunidad de reflexionar un poco sobre todo esto.
Estimado Vicent: la reflexión sobre el tiempo encierra una de las disciplinas más difíciles de realizar en nuestra vida profesional y personal, LA GESTION DEL TIEMPO: el tiempo es la única cosa que no se puede vender, ¿o sí?, te recomiendo encarecidamente la lectura del libro “El Vendedor de Tiempo, de Fernando Trías de Bes”. Mientras tanto solo intentemos superar los errores que todos cometemos con la gestión de nuestro tiempo, incluso con el de los demás, que también pecamos sobre ello.
Un saludo y felicidades por el post
Gracias por el consejo, te haré caso, un saludo.